Mi testimonio de la JMJ Lisboa 2023: mis descubrimientos principales
Y quiero decir...¡¡Muchísimas gracias a todos!!
El propósito principal con el que yo quería venir a esta jornada es para relevar el rol de anfitrión a mis hermanos europeos de Portugal, así como contribuir con mis conocimientos de portugués y planeaciones, a la hora de guiar a mi equipo panameño. Y yo creo que sí pudo cumplirse, con nuestra llegada pudimos animar y compartir mucho, tanto voluntarios como peregrinos dentro de las distintas diócesis como en la ciudad capital.Mi objetivo con este texto es compartir mi historia con el mundo y animar a los demás a que puedan superar sus dificultades, relacionadas con Dios y con el prójimo. Así que, vamos allá.Mis descubrimientos principalesSiento que Dios me ha tocado la vida enseñándome que, si tengo una meta alta, yo puedo alcanzarla, poniendo toda la carne en el asador...y también confiando en la Providencia divina de Dios, y el esfuerzo coordinado de mis amigos peregrinos, voluntarios, y miembros del clero eclesiástico.
Por un momento pensé que no iba a poder llegar a Portugal, ya que de mi familia, yo soy el primero de mis tres hermanos en llegar a un viaje al extranjero.
Mi papá era el único otro que logró viajar un par de ocasiones a Estados Unidos, pero nunca llegó a tener el poder de llevarnos de paseo afuera...por lo menos hasta el momento en que escribo esto. Yo estoy muy agradecido con las empresas y negocios que pude realizar con mis equipos de Pastoral y de empleo profesional para alcanzar esta meta.
Sentí principalmente en tres momentos que me llegó la inspiración de Dios
a mi vida: uno, durante la pre-jornada...dos, durante el primer día de la
jornada...y tres, después de volver a confesarme durante el sacramento de
la confesión.
Pude notar que mis compañeros peregrinos a veces se cansaban rápido porque tienen que pensar en subir la alta montaña, pero yo pude vencer ese cansancio apoyándome en mi voluntario guía más cercano. Pude notar también como el párroco de mi iglesia actuaba solemnemente tanto si hubiera música como si no, tanto si llevaba un horario rígido para dar la misa como si no.
Actuaban y hablaban con decisión, a pesar de las circunstancias...en eso me pude inspirar, para yo poder superar mi desenfoque y tener la fuerza necesaria para llegar a nuestros lugares de destino.
Y también noté a varios peregrinos escribiendo durante las catequesis...me recordó a que siempre puedo agarrar un rato para anotar mis ideas que surgen durante la conversación, o planear el itinerario del día siguiente. Aunque yo haya tenido varios días donde me dejé guiar por otras personas 😅 aprendí a planear bien y disfrutar de ellos, así como los logros que no siempre se relacionan con esos planes.
Es como un poder de determinación, que me brinda Dios, que me ilumina para escuchar a mis compañeros, ser un soporte emocional para ellos y también atender a aquellos que fueron un poco más lento.
2) El segundo pensamiento inspirador me llegó en el primer día de la jornada. Me sentía muy triste, ese día yo quería hablar y esforzarme por compartir mi opinión y participar de la conversación dentro de un grupo. Pero sentía que me ignoraban una y otra vez, constantemente...la impotencia de eso me llevó a gritarle a mi hermano peregrino, y en otra ocasión, a romper en llanto después de intentar lavar y secar una bolsa de dormir en la secadora y ser regañado por eso (mi mamá no sabía que las bolsas de dormir por contener plástico y aluminio, podrían dañar secadoras y no podíamos permitirnos dañar una secadora ajena en otro país).
Me dieron ganas de ignorar el consejo de ese otro peregrino y de abandonar a otra que también demoró mucho en lavar su ropa, pero luego recordé: "bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra". (Mateo 5, 5) Pensé que era mejor ser obediente, ante la invasión del afán de querer ganar siempre...y que era mejor seguir acompañados a pesar de que mis emociones estaban muy cargadas de ira e impotencia. Rompí a llorar, pero vigilando de mi amiga peregrina de forma que volviera a salvo a nuestro sitio de acogida.
Siento que Dios pido intervenir en mí, a través de esos dos compañeros...un par de días más tarde, me aseguré de agradecerles por su buen consejo y de expresar mis sentimientos de aquel momento, ahora estando más calmado. Uno de ellos me comentó que él tuvo que actuar así de forma autoritaria, ya que él trabajaba de paramédicos y tenía experiencia en prevenir accidentes de ese estilo. Me sentí bien escuchado por él y comprendido, ahora después de conocer ambos puntos de vista.
La otra peregrina que me aconsejó, se dispuso a explicarme como 3 veces, una de ellas estando a punto de llorar, que ella no sentía la necesidad de detenerme, pero lo hizo de todos modos ya que a pesar de no saber mucho de estos asuntos de limpieza, tuvo la capacidad de saber dejarse guiar por la voz experta y también enseñarme su paciencia a la hora de esperar a que se lave la ropa. Esta sí no paraba de hablar hasta que nos subimos al bus 🤣 pero ahí aprendí que si uno es valiente para mantenerse sereno cuando el corazón se agita...y sabio para expresar responsablemente este tipo de sentimientos...en el momento oportuno, se gana una buena oportunidad de hacer un nuevo amigo y también de conectar mejor con el hermano.
Muchas personas le temen a mostrarse furiosos o llorones ante los demás (yo me incluyo en esa 🤣) pero si un grupo acoge esos sentimientos en vez de ignorarlos...se siente mejor al buscar la comprensión, la corrección, la retroalimentación y la apreciación fraterna :)
También pude tomar algo de distancia de mí mismo, y notar lo genial que me estaban tratando. Como cuando me convertí en el guardaespaldas personal de mi coordinador. Como cuando me sentía como un niño repleto de cariños y gozos en medio de un ambiente controlado y seguro, compartiendo con personajes alrededor del mundo (en la foto de arriba conocimos a una profesora de inglés muy carismática, procedente de la India). Como cuando nuestras familias de acogida y nuestros voluntarios lograron pasar tiempo con nosotros asegurándonos que no nos faltara espacio para dormir, para comer, y para echar cuentos e historias.
Y dentro de mi equipo, yo tenía al menos cinco personas que sí se mantuvieron atentos, para escucharme atentamente durante toda la jornada cada vez que interactué con ellos...estoy muy muy muy agradecido con Dios por haberlos puesto en mi vida, ¡¡los quiero mucho!!
3) He visto que tengo algunos hermanos entre mi comunidad que les costó acercarse al sacramento de la Conversión. Creo que esto es una situación que ocurre con mucha frecuencia, me duele en especial que esto ocurra con mis padres y hermanos...creo que puedo entender por qué les cuesta, y es porque en cada humano se libra una lucha interna por promover su bondad y aceptar nuestras imperfecciones y faltas.Es como en la escuela. Siempre somos apreciados al sacar constantemente altas notas, y a menudo somos excluidos o retrasados si no llevamos un buen ritmo comparado con otros. Pienso que muchos de nosotros nos regimos de forma similar a como nos comportamos en la escuela: nos esforzamos a nosotros mismos por pasar, aprobar o actuar de forma espléndida, excelente, honorable...y nos reprochamos cada vez que fallamos, decepcionamos, o actuamos de forma ridícula, poco honrada o deficiente.
Siento que muchos de nosotros entramos en ese desánimo de confesar los pecados, debido a esa inmensa presión que nos ponemos a nosotros mismos. ¡Nos sentimos indignos!
Creo que voy a dejar este artículo por aquí, hay un montón de material audiovisual y por escrito que me gustaría dejar preparado en relación a esta aventura de la JMJ, y este artículo ya se está volviendo algo largo para seguir compartiendo más 🤣 en próximos artículos compartiré algunas cosas más, como acerca de mi recorrido por mis 3 etapas del viaje por Europa, y también mis comentarios acerca de las enseñanzas del papa Francisco, y de la vida de un peregrino misionero que muchos andan llevando ahora mismo.
Quisiera terminar diciendo que, la JMJ es una experiencia muy recomendada para aquellos que gustan de viajar y explorar; recomiendo que vayan a viajar en grupo (incluso si ustedes prefieren viajar de forma individual) al lado de una parroquia, diócesis o un grupo de amigos. Siento que es mejor así, ya que pueden desarrollar sus habilidades de liderazgo; así como compartir historias de una forma única y especial.
Y para los que fueron y estén tristes porque se acabó la Jornada...¡¡ánimos!! En este domingo día del Señor, me gustaría aprovechar esta oportunidad para compartir este versículo de Nehemías: "Hoy es un día consagrado a nuestro Señor; no se entristezcan porque la alegría del Señor es la fuerza de ustedes." (Nehemías 5, 5)
Aprovechen para compartir la historia de su peregrinaje con sus amigos, familiares y lugares de trabajo y estudio...y sigamos trabajando en pro de un mundo más pacífico, más seguro, más justo y equitativo, y más ameno y sano para todos. Un mundo donde se respete el cuidado al medio ambiente y la libertad de expresión. Y un mundo donde cada uno tengamos el poder de alcanzar nuestros sueños y metas.
¡¡Que Dios me los bendiga!! Pasen buenas tardes, les desea el compatriota rojo 😊
Fuente de imágenes:
(Todas las fotos arriba son de mi autoría)
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