Un llanero solitario en la escuela



Cuando estaba en mis primeros años de colegio, solía sentirme a menudo como un guerrero fuerte, valiente...pero solitario.🍃 Corría, y corría, y nadie me detenía en los recreos...🏃🏻‍♂️siempre aspiraba a ser el primero de la fila para comprar mis Kaprichitos o empanada, con soda o jugo para comer. Me los saboreaba tranquilamente,😋 mientras seguía corriendo por ahí, jugando con alguna plataforma grande o salteando esos círculos de piedra que se colocan en el suelo para indicar el camino del parque. A medida que iba creciendo, yo era un estudiante muy aplicado en la escuela. No hablaba con casi nadie, tenía a lo más un par de amigos en mi primer colegio. Con ellos no hablaba mucho, no recuerdo sobre qué...lo único que me pedían en casa era sacar 5.0 en los ejercicios, y a mí se me recompensaba con buena comida, paseos y videojuegos.😊🎮🚗 Sin embargo, yo tenía un par de defectos muy defectuosos: yo fuí alguien muy presumido cuando sacaba buenas notas, y alguien demasiado llorón para no admitir sus malas notas. De seguro también pasaste por lo mismo que yo. En este sistema educativo, es fácil sentir subidones de autoestima cuando sentimos que pasamos bien una prueba, y difícil sentirse bien cuando una mala nota en una prueba nos baja de nivel. A eso agrégale que...bueno...mi peculiar forma de ser no era muy bienvenida entre mis compañeros estudiantes. No sé qué los ponía tan relucientes a estar cerca de mí, pero siento que he sufrido de bullying en mis años tempranos de la escuela...lo que me impidió tener amigos en la escuela a tan temprana edad. Gracias a Dios, al menos pude jugar con mis vecinos en el barrio, y mis hermanos en la casa.

El incidente más raro que tuve en primaria

¿Cómo un niño tan bonito sufrió bullying? Bueno, déjame contarte que cada vez que lloraba los demás se reían de mí. Pero esta pataleta y rabieta duró más allá de mi 3er grado...en ese grado tuve un incidente cerca de la época de Navidad. Nos tocó decorar coronas de adviento para clase de manualidades, con las velas y las cintas de colores alrededor...en mi mente de 8 años pensé: ´´¡Chuzo! ¡Una corona de Adviento! Eso es demasiado grande, ¿cómo la voy a armar?´´ Resulta que no fuí el único con el mismo pensamiento, y mis compañeros de clase también tuvieron sus dificultades en esa Corona de Adviento. La maestra entonces tuvo la idea de ayudarles a enseñarles a los niños cómo hacer esto, y dijo: ´´Quien necesite ayuda con su corona de adviento, que la coloque sobre mi escritorio´´. Sobre el escritorio estaban los papeles de ella y su cartera, factor importante para lo que sucede más adelante. Ahora bien...no te imaginas el montón de pelaítos que fueron corriendo como si corrieran la carrera de sus vidas. Yo, por estar al final de la fila, fui el último en poner su corona en la mesa, y como había demasiadas, cuando puse la mía, (puf!) se cayó la cartera de la maestra. La maestra se enrabieta tanto porque temió el dañado de su cámara 📷 que llevaba dentro de esa cartera, y volcó su regaño contra mí...pensando que yo lo hice de maldad. ´´ ¡Si se dañó esa cámara, me la vas a tener que pagar! ´´ ´´ ¡No, profe, yo también quería ayuda con mi corona! ´´ No dije eso de arriba porque mi mente de niño se asustó y enfureció por el regaño injusto, y volví derrotado a mi asiento. Ese día, todos los demás muchachos se rieron de mí mientras caminaba lúgubremente a mi asiento...y juré vengarme de todos ellos algún día... (okay no, no pasó nada más por mi cabeza xD) Más tarde me anotaron una visita en coordinación por el incidente (gracias a los cielos, no le pasó nada a la cámara digital). Desde ese momento, mi mamá temió por mi bienestar estudiantil, y para evitar más bullying tanto de estudiantes como de maestras, me cambió de colegio a uno más chico, sin parque, ni aire acondicionado. En este nuevo colegio yo me adapté algo rápido, no tenía amigos que extrañar allá de donde salí...y seguía sacando mis buenas notas como siempre, y corriendo hacia el kiosco casi de primero. De hecho...lo sentía algo más fácil dar las materias allá. En sexto grado tenía una profesora regañona también, pero al menos ella no la cogía contra mí, sino con los ociosos bellacos del salón. Y dejé pasar ese aspecto de ella cuando veía el entusiasmo que ella y su hermana tenían por las manualidades. Ahora bien, de seguro te preguntas...´´ ¿Lo superaste siempre? ´´ Pues sí, gracias a los libros 📚 y a los *urgh* trabajos en grupo.👬👫👬

Empezando a meterme en grupos

Después de entrar en 5to grado los trabajos en grupo se volvieron algo más frecuentes, y a menudo me tocaba estar con los más ociosos del salón. ¡Yo ni siquiera me llevaba con ellos! ´´ ¿Por qué no me ponen con los otros sabiondos del salón? ¡Yo soy sabiondo también! ´´ Yo solía ser el tipo inteligente y tranquilo que hacía el 90 por ciento del trabajo por ellos. A menudo eran trabajos escritos o de presentaciones en Word y PowerPoint. No era demasiado para mí, pero me disgustaba tener que cobrarles por mis impresiones y que ellos no investigan mucho del trabajo. Luego me di cuenta de un enorme secreto: nadie me escogía para los trabajos en grupo porque YO NO TENÍA AMIGOS. Osea, ese frencito con quien parquear en el recreo, ese chiquillo con quien jugar ´´a la queda´´...yo estaba bien por mi cuenta, tenía ya a mis hermanos y mis vecinos del barrio. A medida que mis vecinos se fueron mudando y mis hermanos metiéndole más a los videojuegos que a las palabras, yo tenía que hacer algo. En eso, en 1er año decidí darle la vuelta a la tortilla y hablar con los nuevos del salón. No sabía cómo, pero flui espontáneamente: empecé dándole un tour por el colegio a dos lindas chicas que recién empezaban su entrada al colegio en 1er año. Después me puse a orar con ellas apenas entrábamos al recreo, y después de ello, hablamos de los principios éticos y de la Biblia, y nos llevamos bien. ´´Ay, Efra, te pusiste religioso de repente...´´ Pues sí, yo soy cristiano católico y no me avergüenzo de serlo. En esos momentos estaba en mis clases de Primera Comunión, y no sabía de qué otra cosa hablar (me daba pena hablar de videojuegos enfrente de chicas). Por cierto, más tarde vinieron un par de chicos con quienes pude hablar de videojuegos, y una vez vinieron a jugar Smash Bros. a mi casa. Y ellos me hablaron de anime...la nueva cómica japonesa que dominaba la TV. Volviendo a mi superación...esos 4 personajes, junto a una chica muy alta y líder de sus amigos en el salón, que también era sabionda como yo, me aceptaron dentro de su círculo y me sentí más tranquilo con ellos a mi lado (¡AL FIN!), y compartí unos cuantos trabajos en grupo con ellos. Les doy gracias a ellos por ayudarme a superar esa mala costumbre social mía. Junto con ellos, también empecé a hablar con (literal) tooooodo el mundo en el colegio, desde los profesores y estudiantes de otros salones, hasta las conserjes. También la directora de por ahí me ayudó mucho.

Libros al poder

La segunda cosa que me ayudó a portarme mejor fueron los libros. Primero con un cuento llamado ´´Los hijos del vidriero´´ de María Gripe, que me regaló una psicóloga como premio por dejar las pataletas por un buen tiempo. Después con un libro de crecimiento en actitudes, ´´El lado positivo del fracaso´´ de John C. Maxwell, que mi papá compró para sí en una feria del libro...pero el título me interesó, pensé: ´´ ¿Cómo un 1.0 puede tener un lado positivo? ´´ Cuando los leí, mi mente se abrió a un mundo nuevo de posibilidades, y supe que ´´las relaciones son de lo que está hecha la vida´´. Aprendí que debo relacionarme con todo ser vivo en la Tierra para sacarle todo el jugo, no pasarme todo el día en casa en los videojuegos. Bueno, ahí te dejo parte de mi historia. Si has leído hasta aquí, pues espero que hayas aprendido que ser un fuerte llanero solitario puede funcionarte por un rato en tus misiones de la vida, pero el verdadero vaquero se la pasa reclutando rangers por todas partes para mantener a salvo el Viejo Oeste. Cuéntame qué te pareció la historia en los comentarios, y si tuviste una experiencia similar, eres libre de contarla. ¡Gracias por leer y ten un buen día, compatriota!

Imagen obtenida de https://www.flickr.com/photos/bike4freedom2/4654476253

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